domingo, 31 de agosto de 2014

Ashes to Ashes, Powerpoint to Powerpoint

La pasada de grabar el Ártico desde un dron


Vista aérea de la Antártida captada desde un dron
Vista aérea de la Antártida captada desde un dron
El uso de drones para grabar imágenes aéreas se ha popularizado de manera notable en los últimos años ofreciéndonos algunos videos realmente espectaculares. Sin embargo, hasta ahora (no sé si por lo complejo de la logística propia del lugar) no había visto ningún videomontaje de los polos vista desde las alturas mediante el uso de estos cuadricópteros.
Y era una pena porque contemplar el Ártico desde el cielo tiene que ser una pasada… Pero, hete aquí que esta misma idea es la que ha tenido el fotógrafo profesional Peter Cox, realizando -como bien leéis en el título- una verdadera pasada de video.
Se titula Svalbard (mítico punto de partida de tantas y tantas expediciones polares -algunas de trágico final como la de Andrée-) y si hoy sábado tenéis algunos minutos libres para disfrutar de las impresionantes imágenes y música de este video… simplemente dadle al play en pantalla completa y HD, flipante.


http://irreductible.naukas.com/2014/08/30/la-pasada-de-grabar-elartico-desde-un-dron/

sábado, 30 de agosto de 2014

Entender la igualdad de sexos: Grupo opresor VS Grupo oprimido

Me he planteado muchas veces este post sobre la división de nuestra sociedad en dos grupos: opresor y oprimido. No es un tema complejo ni difícil de entender, tampoco es una invención mía ni una teoría conspiranoica: ambos grupos existen. Ni siquiera creo que pueda caber un debate sobre este hecho, aunque sí debate sobre muchas otras cuestiones relacionadas. A pesar de estar tan segura de la existencia de ambos grupos y de que están perfectamente delimitados: hombres y mujeres, opresores y oprimidas, siempre me resistía porque daba por hecho que hay personas (muchas, miles aún) que no están preparadas para asumirlo. Yo misma me he resistido, y es lógico, teniendo en cuenta que crecemos en una sociedad patriarcal y machista y aceptamos como buenos patrones que no lo son. Mis reservas para escribir el post, creo, estaban bien fundadas, porque hace unos días en Twitter salió este tema y tuiteé lo siguiente:






La verdad es que pensé que este tema en un post tendría rechazo pero nunca hubiera imaginado la repercusión real que tuvo. Me sorprendió por ambas partes: hombres aceptando su condición de privilegiados y reconociendo a la mujer como oprimida (muchos más de los que esperaba) Y la cara triste: hombres y mujeres negando tanta opresión y aceptando que sí, que habría opresores pero que ellos no lo eran (ninguno en absoluto de todos los que contestaban) puesto que no hacían uso de los privilegios de ser hombre. Y fueron muchos más de los que hubiese creído, y sí, muchos más que los que aceptaban la realidad.


Voy a contestar de nuevo a preguntas que me hicieron aquel día, obviando las faltas de respeto, los deseos de muerte y los insultos, pero dejándolos para que se vea el poco nivel de aceptación de algo tan claro como el machismo y la opresión que sufrimos las mujeres en este país.



Me pregunta que si ya es opresor por tener una cosa que cuelga entre las piernas. La respuesta es: ¿tienes privilegios por el simple hecho de tener esa cosa colgando entre las piernas? Sí. Pues tema resuelto: si tienes privilegios por el simple hecho de ser hombre, ¿por qué te parece tan raro que con tus privilegios estés oprimiendo a las mujeres que no los tienen?



Aquí otro amable colaborador en el debate me insta a aprender a diferenciar entre hombres que hacen uso de sus privilegios y los que no. Quizás no se ha dado cuenta que no todos los privilegios que la sociedad le otorga por ser hombre, son desechables o renunciables. ¿Cómo un hombre puede deshacerse del privilegio de cobrar más que las mujeres en la misma categoría? Muchos negaron el otro día este hecho, mismo motivo: ignorancia. Así que ilustramos este hecho con una noticia de un medio nada sospechoso de estar influenciado por ningún movimiento feminista.

 

Hay privilegios como el sueldo, la ausencia de condescendencia de tus superiores, el saber que ninguna mujer te va a acosar en el metro o violar en tu portal, la tranquilidad de ir a entrevistas de trabajo sin miedo a ser rechazado en una entrevista porque tienes edad de ser madre, etc, a los que ningún hombre, por muy feministas que sean pueden renunciar. Pero esto no lo acepta mucha gente, por muy obvio que sea.



Hay muchas feministas que sostienen que todos los hombres son opresores por disfrutar de estos privilegios, aunque ellos no quieran. Quizás lleven razón, pero no estoy de acuerdo, yo personalmente necesito que el hombre sea forma activa de la opresión para denominarlos como opresores, quizás me equivoque. Lo que sí está claro es que si eres privilegiado, aun sin querer, formas parte de la opresión aunque sea de manera involuntaria. Muchos hombres se rieron aquel día del hecho de pertenecer al grupo opresor y de que las mujeres estemos oprimidas. Haciendo a su vez, chistes machistas o comentarios despectivos de los que se desprende un desprecio brutal por el debate.



No he considerado nunca que un piropo sea acoso callejero, pero entiendo que otras chicas sí puedan sentirlo así. Todo depende del piropo y de la chica. Yo solía ser de las que opinaban que un piropo amable debía ser agradecido (como se agradece un cumplido) y nunca reprobado (mucho menos ser respondido con un insulto). Pero empiezo a preguntarme quién mide la amabilidad en un piropo. Yo puedo considerar un piropo amable y otra chica puede sentir que han sexualizado su cuerpo mientras ella estudiaba o andaba o hablaba por teléfono con su madre, lo cual no siempre es bien recibido por la receptora, no sólo porque el hombre la haya sexualizado, sino porque se ha sentido con la autoridad de expresarlo en voz alta, de poner su deseo de hacérselo saber a ella por encima de el derecho de esa mujer a pasear, estudiar, hablar tranquila sin que la molesten o aborden, mucho menos abordarla para hacerle saber que ha pensado en ella en unos términos que ella detesta. Volviendo al tema del rechazo a reconcer ambos grupos, me topé también con respuestas que con su propia negación del problema, lo confirmaban rotundamente:



Otros, por mucho que expliqué que por ser hombre no se es machista, al igual que por ser mujer no se es feminista, se enrocaron en que no podía ser determinante tu sexo para estar en un grupo u otro.



Después de contestar unos 50 tuits como éste me di cuenta de que iba a ser imposible hacer entender el concepto porque el problema ya no estaba en mi explicación sino en el rechazo que el tema les producía y, por lo tanto, la negación constante de cualquier motivo que les diéramos yo o los demás. Aquí, mi colega @dbravo, me dijo:



Y sí, por supuesto, yo como mujer blanca pertenezco al grupo opresor de gitanos, indígenas y tantos otros. No tengo problema en aceptar una realidad obvia; no hacerlo es o bien soberbio o bien estúpido. Todos podemos pertenecer a grupos opresores u oprimidos. Otros, no sólo negaron los privilegios del hombre, sino que aseguraron que las privilegiadas éramos las mujeres.



Para empezar, no me considero privilgiada porque en una discoteca no quieran cobrarme la entrada, me siento carnaza para moscones. Para empezar yo pisaría un sitio donde yo no pago y mi acompañante sí por ser hombre. Pero si hay sitios donde las mujeres no pagan, no está relacionado para nada con el hecho de que por ser mujer merecemos no pagar, sino más bien al revés: ven a la mujer como un reclamo, y lo usan a su convenciencia. De todas formas, usar este argumento para negar lo obvio no sólo es machista, sino torpe. Y te lo encuentras en cada conversación sobre feminismo que tengas con un hombre que se tiene por “para nada machista”. Hay algo obvio, raro es el hombre que se considera a sí mismo machista. De hecho, yo creo que el hombre que se sabe machista y lo dice, es un mito, no existe. Lo que sí existen y muchas, al parecer, somos las feminazis, que somos todas aquellas que no pensamos como los hombres “para nada machistas” e incluidas en este grupo automáticamente. También tenemos al tipo de hombre que piensa que tu lucha por la igualdad está movida por una envidia de pene, (cuánto daño hizo Freud y MHYV).



Si tú, mujer, te quejas de ser oprimida, no te quepa duda, lo que te pasa es que o eres lesbiana o tienes envidia del pene. Y no hay más. No intentes razonar, porque este tipo de hombres evitará debatir contigo:



Pero quizás lo que más duele de este tema son las mujeres machistas, que, por supuesto, niegan su condición machista.



 

 No voy a comentar nada sobre esto porque creo que se comenta solo.

Sí quisiera hacer una aclaración sobre el término “privilegiado”. A raíz de este tuit de @serranoismael:

 

Cuando decimos que un hombre es un privilegiado por tener mayor sueldo que una mujer, no queremos decir que no sea su derecho o que deba renunciar a él. Simplemente significa que tiene un privilegio SOBRE la mujer. Ambos pueden estar cobrando una millonada muy por encima de la media pero él ser privilegiado por cobrar más que ella. No se habla nunca de que cobrar un sueldo digno sea un privilegio: es un derecho. El privilegio lo tiene el que cobra más sobre la que cobra menos haciendo el mismo trabajo.

Y para acabar, sólo remarcar, que me parece necesario el uso de expresiones como “Grupo Opresor” y no “Grupo Privilegiado”, porque no significan lo mismo y porque el primero es más exacto. El hecho de que haya privilegiados signfica que hay oprimidas.



Dejemos de suavizar el lenguaje para no ofender, porque así es más difícil concienciar. Al igual que pedimos que en las noticias se hable de “asesinato” y no de “muerte” cuando un hombre mata a su pareja, usemos “opresores” frente “privilegiados”. El lenguaje puede ayudarnos o ser un obstáculo, usémoslo a nuestro favor. Si lo maquillamos fomentamos pensamientos así:



Y para acabar, os dejo un dibu que explica muy bien todo lo anterior:



http://barbijaputa.blogspot.com.es/2014/08/grupo-opresor-vs-grupo-oprimido.html