jueves, 29 de noviembre de 2012

Entrevista exclusiva a Artur Mas

JOSE: President Mas, muchas gracias por recibirme.

MAS: De nada. Por respeto a ti voy a hablar en español.

J: Vaya, eh… Es un detalle.

M: Lo sé. Quiero que quede claro que no tengo ningún problema
con España. Yo soy un demócrata.

J: Dígame, ¿cómo se siente tras las elecciones?

M: Muy fortalecido. El pueblo me ha mandado un mensaje alto y
claro.

J: ¿Y qué mensaje es ése?

M: Recorta como tú veas.

J: ¿Ah, sí?

M: Sí, hombre, por supuesto. Solo que me lo ha dicho en catalán,
claro, me ha dicho: "retalla com tu vegis".

J: ¿Y respecto a la independencia?

M: No sé de qué me hablas.

J: De la… Hablo de la independencia.

M: ¿La de quién?

J: La de Cataluña.

M: ¿Has perdido el juicio? El pueblo catalán no está
preparado para eso todavía, tal y como yo siempre he defendido.

J: Pero creí que usted había prometido que…

M: Mira, no, escúchame, ya sé por qué te estás equivocando. Lo que pasa es que yo soy muy
demócrata, ¿entiendes?

J: Sí.

M: Mucho, muy demócrata. Y entonces, ¿qué pasa?, pues que escucho al pueblo y, claro, hago mías sus propuestas. En la
masiva diada de este año, el pueblo me lanzó un mensaje, me dijo "Estado
propio". Y yo me dije: no es buena idea. Pero mi deber,
como demócrata y como líder, es hacer mío el mensaje del pueblo. Ahora bien, ¿cuál es el problema?, que
la gente al final se queda solo con el mensaje, que no es importante.

J: ¿Y qué es lo importante?

M: Yo.

J: Ya.

M: Mire, le pongo un ejemplo para que lo entienda mejor. ¿Qué
pasa si salen a la calle dos millones de catalanes y piden que tiremos curas
desde los campanarios?

J: No lo sé, ¿qué pasa?

M: Pues que yo tengo la obligación de hacer mía esa idea. ¿Y
por qué?, porque yo represento a esa gente. Ahora bien, ¿estoy de acuerdo con
matar curas? No. ¿Soy un demócrata? Sí. Ergo, tiramos a los curas.

J: ¿Pero no cree que el hecho de haber perdido votos con respecto a 2010 es una
mala señal?

M: ¡Al contrario, hombre! La gente ha decidido no votarme como símbolo
de apoyo, como diciendo: lo que dices no, pero tú sí. Yo ahora cojo ese mensaje y
lo hago mío. ¿Cómo? Diciendo otra cosa.

J: Hay quien le ha llamado mesías.

M: Y yo se lo agradezco.

J: No, eh… Me temo que lo dicen como una crítica.

M: Ah. Bueno, en ese caso es envidia claramente. El español es
una criatura muy envidiosa. Le recuerdo que, cuando se nos ocurrió hacer
Barcelona World, en Madrid inmediatamente anunciaron eso de Eurovegas.

J: Bueno, creo que en realidad…

M: No me interrumpa, gracias. Le decía que quienes me llaman
mesías me tienen envidia porque ellos jamás conseguirán guiar a su pueblo hacia
la libertad. Espero no sonar egocéntrico, pero hay mañanas en que me miro al
espejo y me digo: "yo he nacido para cambiar el mundo". Y luego me la
meneo aguantándome la mirada en el reflejo. ¿Qué le pasa en la cara?

J: Nada, perdón, es que… Se me ha metido una cosa en el ojo.

M: Dígame, ¿usted cree que mi extraordinario parecido con John Fitzgerald Kennedy es casual?

J: Eh…

M: Pues, oiga, no. Es fruto de años y años imitándole delante
del espejo. ¿Quiere que le haga lo de la Luna?

J: Pues…

M: We choose to go to the moon. We choose to go to the moon in
this decade and do the other things, not because they are easy, but because
they are hard. ¿Qué? Pelillos de punta, ¿eh?

J: Mucho.

M: Lo sé. Así soy yo. Un líder.

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