domingo, 30 de marzo de 2014

Entrevista al "falso infiltrado" del 22M revelado por el blog milicianos


policia22m-660x370-1

Por sus músculos y su ropa, este joven madrileño fue identificado, de forma errónea, con un policía infiltrado en la manifestación del 22-M en diferentes medios digitales. Desmiente tal extremo y explica en esta entrevista por qué participó en los enfrentamientos con la Policía.

Desde la misma noche del 22-M diferentes internautas comenzaron a difundir que era un policía infiltrado, provocador de disturbios. Su trabajado cuerpo de gimnasio y la ropa que llevaba aquella noche, en especial un polo Fred Perry, una marca cara y vinculada a la estética skin, fue para algunos suficiente para señalarlo como policía  o miembro de la extrema derecha que acudió a reventar las Marchas por la Dignidad, que contó con un indiscutible y rotundo éxito de participación, sin tener entre sus convocantes a los grandes sindicatos, CCOO y UGT, y que pasó a un segundo plano para la opinión pública tras los enfrentamientos con la policía: agresiones policiales y de manifestantes, lanzamientos de piedras, decenas de heridos…

En la última semana el bulo de que se trataba de un infiltrado cobró mayor fuerza en las redes sociales, sobre todo a raíz de un artículo de análisis, que ya ha sido retirado, publicado inicialmente en el blog Miliciano. En él se detallaba, con imágenes de diferentes vídeos subidos a la red, los motivos por los que se trataba de un infiltrado, un provocador ajeno a los movimientos sociales. Algo que comenzó a difundirse en la misma noche del 22-M en las redes sociales.

A través de esta entrevista el joven, que no pertenece a ningún colectivo, y que ha participado de forma activa desde hace años en diferentes luchas y movilizaciones, quiere desmentir lo que se viene difundiendo en la red. Asegura que se siente “dolido” y que quiere “aclarar” lo que ocurrió aquella noche. Enfrentamientos entre un pequeño grupo de manifestantes y policías antidisturbios que, entre otras secuelas, ha dejado a un joven de 19 años sin la visión de un ojo, tras recibir el impacto de una pelota de goma.

El falso infiltrado, un joven universitario de Madrid, pide que no se publiquen datos que puedan desvelar su identidad, y que este periódico conoce, contesta a través de Skype a esta entrevista.

¿Acudiste a la manifestación predispuesto a participar en actos violentos?

Sí, no a provocarlos pero sí a defenderme activamente en caso de carga policial.

No es la primera protesta a la que acudes, ¿es la primera vez que participas en actos de este tipo?

No,suele participar en protestas, pero antes había sido mero testigo sin llegar a participar activamente. Antes creía que la violencia nos deslegitimaba.

¿Fuiste solo a la manifestación?

No, fui con un pequeño grupo de amigos, pero cuando empezaron los disturbios nos separamos. No todo el mundo está dispuesto a asumir los mismos riesgos.

¿Y no crees que los actos del otro día, al finalizar las Marchas por la Dignidad, con gente que había recorrido tantos kilómetros, quedó, cuanto menos, enturbiada por los enfrentamientos finales?

Desgraciadamente si, pero los grandes medios ya habían ocultado deliberadamente el hecho de que miles de personas venían a pie desde todos puntos de España reclamando pan, dignidad y trabajo. Si Colón se llena con una manifestación de la Conferencia Episcopal en contra del matrimonio gay o del aborto dirán que había uno o dos millones, si somos los rojos somos 50.000. Los grandes medios nunca se pondrán de nuestra parte, porque somos anticapitalistas.

Actos violentos como los del otro día, ¿sirven para algo?

Sí, solo hay que mirar el ejemplo de Gamonal. El gobierno desoyó las protestas pacíficas y las recogidas de firmas, y solo paralizaron las obras por “motivos de seguridad”

¿Abogas por la violencia, en todas las protestas? Porque son muchos los manifestantes del otro día, en comparación con los que participaron de manera activa en los enfrentamientos con la policía, que ni participaron ni apoyan la violencia….

No, no en todas las protestas. La violencia es rechazada por la mayor parte de la sociedad y no quiero que la gente se quede en casa por temor a los disturbios. Pero si defiendo lo que considero legítima defensa contra la represión policial.

Has dicho que te gustaría aclarar lo sucedido….

Sí. El hecho de que mucha gente me haya tomado por un infiltrado, tanto policial como de la extrema derecha.

¿Y que más te da, si nadie sabe quién eres, o te han reconocido?

Duele el hecho de llegar a casa, con dolor en todo el cuerpo de los pelotazos de goma, y encontrarte con que te están difamando en todas las redes sociales. No, no me han reconocido, afortunadamente aún no he visto fotos o vídeos en los que aparezca mi cara. Me duele la paranoia que tiene alguna gente, su busca obsesiva de “secretas” rompe el sentimiento de camaradería entre manifestantes. Y diré más, no creo que un policía infiltrado se quede solo durante una manifestación, o se meta tanto en el papel como para agredir a sus compañeros. Creo que eso es una leyenda urbana que en su día yo mismo me creí, que los policías comienzan los altercados.

Pero cuanto menos, las imágenes y enfrentamientos del otro día se podían haber evitado, lo dicen hasta los propios policías. ¿Tú crees que se pudieron evitar?

Sí, se podría evitar si el gobierno hubiese hecho lo que prometió antes de ser elegido. Hay otra violencia que no sale en los grandes medios, y es la violencia institucional. El hecho de que haya 184 desahucios al día, que seamos el segundo país de la UE con más pobreza infantil o que todas las medidas que el gobierno implanta acrecienten las desigualdades sociales. La crisis es un pretexto para sufrir el mayor ataque neoliberal de las últimas décadas. La gente está muy harta, no creo que esto le haya pillado a los políticos por sorpresa.

Insisto, ¿de qué sirvieron los enfrentamientos del otro día? Una resistencia pasiva, por ejemplo, ¿no hubiera sido más efectiva, y así no mancha la gran movilización que se produjo?

El movimiento 15-M nació así. Hacer sentadas y levantar las manos cuando la policía carga, aparecer en los medios diciendo mira que buenos somos y que malos son ellos. Llegué a leer en Twitter a uno que proponía atarnos las manos el 22M cuando la policía cargue. Sinceramente creo que eso es hacer apología del victimismo.

Pero hay mucha gente, la gran mayoría, que no participó en los enfrentamientos, que condena la violencia, y que siente que la violencia, venga de donde venga, la empiece quién la empiece, perjudica la lucha de miles y miles de personas…

Respeto esa manera de pensar, son los que huyen cuando comienzan las cargas, pero también respeto a los que deciden quedarse y poner resistencia. Hay gente pedía por las redes sociales quitar la capucha y colaborar con el gobierno, y me parece que eso no corresponde, hay gente que cree que hay otras formas de lucha y me parece inapropiado criminalizarlos por ello. El joven que decide responder a las cargas se está jugando su integridad física y su libertad a cambio de nada.

Tú estás fuerte, buenos brazos, en forma, pero cuando hay violencia, ¿no salen perdiendo personas que no son tan ágiles, personas mayores, en definitiva, personas más débiles?

Nosotros tratamos de hacer un bloque de contención para que a esa gente le de tiempo a huir cuando comienzan las cargas.

¿Nosotros?

Hablo en nombre de los que creemos en la resistencia activa

No perteneces a ningún colectivo. La resistencia activa explicaste antes que no fue organizada de ante mano. ¿Os organizasteis de forma espontánea tras la manifestación?

No, no pertenezco a ningún colectivo. Lo que nos mueve a colaborar en altercados de este tipo es la solidaridad. Hay gente que sí, o que se junta con grupos de afinidad, que llanamente vienen a ser tus amigos. Pero en mi caso personal actúo por cuenta propia porque no quiero perjudicar a ningún amigo con mis acciones.

¿Y no es un tanto egoísta, o injusto, imponer una decisión personal a toda una acción colectiva, como es la organización y desarrollo de las Marchas por la Dignidad?

Siento que las Marchas de la Dignidad se hayan visto empañadas por lo que aconteció al final. Pero ese el doble rasero de los medios de comunicación, que defienden la violencia de los manifestantes en Ucrania o Venezuela por poner dos ejemplos recientes, y la criminalizan aquí. Allí los que matan policías son el pueblo luchando por su libertad, según los medios, y aquí por tirar una piedra eres considerado un terrorista de ultraizquierda. Yo no he empezado los disturbios, tan solo he respondido cuando estos se han producido.

Pero, ¿No crees que cualquier estrategia, incluso de resistencia activa, autodefensa, o de violencia, debería ser una decisión colectiva, que sin pensamiento colectivo nada funcionará?

Considero que aunar fuerzas, luchar en grupo y perseguir objetivos comunes previamente consensuados probablemente sea más efectivo que ir por libre, pero en mi caso personal tan solo me represento a mi mismo.

Perdona, antes has dicho que hablabas “en nombre de los que creemos en la resistencia activa”…

Sí, porque me siento identificados con ellos. Compartimos ese ideal común.

Aunque hables solo en tu nombre, o en el de un pequeño grupo, vuestras acciones repercuten en mucha más gente….

Ya lo sé, pero creo que ya te he respondido lo que pienso sobre esto muchas veces.

Tras la manifestación del 22-M, ¿en qué momento y cómo comenzaron los enfrentamientos?

Comenzaron en la calle Génova, cerca de la sede del partido popular. Comenzaron antes de que finalizara el acto, había un grupo ahí concentrado increpando a la UIP y esta decidió disolvernos.

Con sinceridad, en plan aventura, experiencia personal…. ¿tenías ganas de participar en altercados así? ¿había ganas?

Sí, había ganas. Llevo tiempo viendo como medios, políticos y periodistas avisaban de que se iba a producir un estallido social, y lo que me extraña es que este no se haya producido antes.

¿Consideras lo que pasó un estallido social?

Sí, en toda regla. Un aviso al gobierno de que todos sus atentados no van a quedar sin contestación social.

En Grecia también hubo enfrentamientos, y parece no haber servido de mucho….¿por qué aquí va a ser diferente?

En Grecia les han aplicado las mismas medidas impuestas por la Troika que ahora están ejecutando aquí, la diferencia ha sido la contestación social. Quiero creer que sí sirve de algo, que les hubiese ido peor si no hubiesen respondido, aunque solo sea por amor propio como sociedad.

¿Crees que hay fuerza, organización suficiente, en estos momentos, para repetir una movilización como las marchas por la dignidad?

Llevaba tiempo sin ver una manifestación semejante, desde la huelga general del 14 de noviembre creo recordar. Y me sorprendió gratamente ver el grado de implicación de toda esa gente que ha venido de fuera de Madrid a unir fuerzas y pedirle un cambio de rumbo al Gobierno. Creo que hay fuerza y ganas, y ver como organizaciones con ideologías tan diversas unen fuerzas para perseguir objetivos comunes es un gran avance.

“La búsqueda obsesiva de “secretas” rompe el sentimiento de camaradería entre manifestantes”

Si volviéramos al sábado, 22 de marzo,  ¿cambiarias algo?¿volverías a hacer lo mismo?

Ahora mismo, después de la repercusión posterior, de ver imágenes mías circulando por todos lados acusándome de ser un infiltrado que reventó la manifestación, me quedaría en casa.

Y la opción de acudir a la manifestación, sin participar en enfrentamientos, ¿no la contemplas?

¿Y cuando estos se produzcan huir y dejar ahí a mis amigos y a mis compañeros? No sería capaz.

Con esta entrevista se puede decir, de alguna forma, que tampoco beneficias al movimiento de lucha…. ¿por qué decides contarlo y desmentir algo así, si de todas formas nadie te ha reconocido?

No haces esto por afán de protagonismo. Pero hay mucha gente que me conoce y sabe como visto, que se ha llegado a creer lo que ha leído en las redes sociales. Quiero desmentir esto y aclararlo porque me ha hecho daño tanto a mi como a mis seres queridos. Siento haber sufrido una persecución en las redes sociales por no encajar en el estereotipo de manifestante ideal, ya sea por ir al gimnasio o llevar un polo Fred Perry. Hay internautas que han interpretado cada uno de mis gestos, si me coloco la braga dicen que estaba hablando por un pinganillo, si enseño uno de los pelotazos que recibí en la espalda dicen que estaba enseñando una pistola, y así un largo etcétera.

Si nadie te ha reconocido, ¿a tí q daño te hace?

Hay mucha gente que me ha reconocido y me ha sido la que me ha avisado de lo que se estaba publicando, incluyendo gente que acudió a la manifestación y gente que no.

El eterno debate sobre la violencia. ¿No crees que al final este tema desune más que une?

Probablemente. Yo en su día era un ultrapacifista.

Tirar piedras al final de una mani sirve para soltar mucha adrenalina, pero poco más…

Ya, mucha gente dice lo que se debería hacer esto o aquello, el tema es hacer lo que esta en tu mano.

Y para cambiar las cosas, ¿qué habría que hacer, a qué nivel? La violencia, ¿sería imprescindible?

La gente se debería involucrar en la medida de sus posibilidades, pero eso es algo que nace de cada uno. La violencia es el último recurso de la desesperación, después de ver como prosiguen con sus continuos ataques al pueblo es la respuesta natural de este. Pero insisto en que debemos definir el concepto de violencia, ¿Es violencia desahuciar a una familia de su casa y seguir exigiéndole el pago de una deuda o romper o los cristales de una sucursal, que ni siente ni padece? ¿Es violencia verte obligado a comer de un contenedor o quemarlo en una protesta? A la gente le preocupa más la violencia contra las cosas que contra las personas, y creo que ese es el síntoma de una sociedad enferma.

http://www.larepublica.es/2014/03/entrevista-al-falso-infiltrado-del-22m-revelado-por-el-blog-milicianos/

No hay comentarios:

Publicar un comentario